miércoles, 19 de diciembre de 2012

En medio de todo sin saber nada.

Tenía el temor oculto, el temor de que eso pasara, y pasó. Ahora todos lo sabían, y el secreto a voces no hacía más que confirmarse y consolidarse ante los ojos de personas que no eran las indicadas para saberlo.
Era contradictorio e incómodo. Por qué se sentía así con esta gente? de haber sido otras personas probablemente no habría tenido esa sensación. Es más, quizás hasta habría sido capaz de sentirse orgullosa. Sin embargo este no era el caso, y se sentía humillada y derrotada. No entendía la maldad escondida detrás de esa actitud, el rencor, y la valentía suya para seguir de pie en medio de todo.
Quizás empezaba a dudar.. de haber tenido la certeza con respecto al tema no se habría sentido avergonzada o humillada, sino orgullosa, sin ningún problema con ello; pero no, ella estaba ahí, con rabia, con pena, porque más allá del contexto y el secreto en sí, se esmeraba en arrepentirse aunque no tuviera sentido, porque el error cometido para llegar al motivo de ese secreto era el mayor y más terrible, para ella, jamás cometido.
Se equivocó y lo tenía claro, había quebrado una de las leyes que se planteó desde el comienzo de la etapa peligrosa; la etapa en que, bueno, tu sabes que es probable equivocarse. Y, por la cresta, ni siquiera de acordó de ella! No sabía si debía dejar de plantearse leyes o más bien pensar en alguna vez hacerles caso.
Pensamientos como esos y muchos otros pasaron por su cabeza en un par de minutos, minutos que se hicieron eternos como casi siempre pasa en momentos de alta tensión como ese. Qué impotencia.
Tomó lo que le correspondía y apresuró el paso. No sabía si tenía ganas de llorar o buscar de inmediato al culpable de la tragedia que le iba a pesar por el resto del día y probablemente por el resto de la semana, el mes, año y más. Indignada, siguió con lo suyo. Por un momento sintió que no quería ni abrir la boca para comentar lo sucedido, pero luego pensó y lo mejor era hablarlo con alguien. Por qué algunas personas lo tomaban como algo gracioso? cuáles eran sus malditos problemas para que lo hicieran tan livianamente? Se estaba ahogando, se estaba ahogando y asfixiando con tantas cosas por decir, parecía que venía la primera lágrima de muchas hasta que la persona que menos esperaba le dijo "Es en serio? pensé que esas cosas no te importaban. Tú me demostraste ser una persona a la que esas cosas le daban lo mismo, por qué te duele tanto?" Y eso la descolocó aún más.
Qué le estaba pasando a esa mujer que creía tener todo claro, qué le pasaba a esa mujer frontal que era capaz de ignorar por completo aquellos comentarios que encontraba innecesarios o estúpidos. Estaba dudando? Ya no era lo suficiente creer algo. Y aunque eso debió haberla hecho sentir mejor, no hizo más que preocuparla, preocuparla porque quizás ya no era la misma de antes, ahora sí que no sabía nada, y sin ninguna certeza se puso de pie y se fue, sin ningún nudo en la garganta ni lágrima próxima a caer. No se permite que un comentario o acción tan burda como esa logre hacerte sentir amenazada, humillada o desconcertada, eso no se permitía para ella y mucho menos se iba a permitir en ese momento.

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